domingo, 28 de febrero de 2010

El presagio


Cuando se hundieron las formas puras

bajo el cri cri de las margaritas,
comprendí que me habían asesinado.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,
abrieron los toneles y los armarios,
destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.
Ya no me encontraron.

¿No me encontraron?
No. No me encontraron.
Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba,
y que el mar recordó ¡de pronto!

los nombres de todos sus ahogados.

En 1931, Lorca escribió "Así que pasen cinco años" , cuyo protagonista moría al final de la obra de un disparo, macabro presagio de lo que le ocurrió, precisamente 5 años después. Estos versos premonitorios pertenecen a "Poeta en Nueva York", y pasadas casi 8 décadas no dejan de estremecernos, cruel burla que el destino nos brinda ahora que le buscamos... y no le encontramos.