a veces la vida se nos ofrece rotundamente bella y melancólica, esto es, sentarse a ver como se acuesta una tarde entre olivos y mar.eso sale de los labios del Tejo al llegar a lisboa
a veces la vida se nos ofrece rotundamente bella y melancólica, esto es, sentarse a ver como se acuesta una tarde entre olivos y mar.eso sale de los labios del Tejo al llegar a lisboa
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