martes, 27 de julio de 2010

Pensamientos y Fortunas de un Si Menor XV



El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada
uno llanto y otro sangre.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

Para los barcos de vela,
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Dauro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

¡Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de gritos!

¡Ay, amor,
que se fue y no vino!

Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.

¡Ay, amor,
que se fue por el aire!

Federico García Lorca

4 comentarios:

  1. mi corazón de ayer se llama Guadalquivir. Mañana, al caer la tarde, cerca de Sanlúcar, se llamará Guadalquivir. Mientras tanto, en los meandros sanguíneos de nuestras vidas, el Guadalquivir juega y remolonea y se enamora con nuestras almas.Cosas y juegos nocturnos del Guadalquivir.

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  2. porque lleva azahar, lleva olivas,Andalucía a tus mares. Porque en el fondo de esa cántara barroca viven nuestras vidas de sol, que vinieron una mañana dichosa de abril, el río de la vida que vino a mi ventana un olor a jazmín, que eran tus poemas, Andalucía, que calaron en mí, y me cautivaon y en ti me perdí.porque es sangre nuestra y sudorosa la que va en una barquilla de cerámica en el mar de tu sentir.
    Verdaderamente, somos marineros de agua dulce.portadores de cántaros andaluces.

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  3. Ay amor que se fue por el aire!...sssss, yo sé que el abejaruco se esconde en lo más profundo de esa cántara, casi casi en el mediterráneo... ssss....no lo despertéis, por favor.

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  4. yo, que aún no había nacido, ya recordaba que el fondo de esa cántara terrosa era de color oscuro, definiendo así lo que España era realmente.un mediterráneo sin fondo, escindido y a veces pétreo, pero alado, no olvidemos, alado, anclado en una partitura ondulante y grave.

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