Siempre supe que estaban allí. Yo no había nacido aún pero supe de aquella luz, de aquel tiempo, de una vida vivida y nombrada. El día en que por fin pude acariciarlo con la retina descubrí con satisfacción que todavía quedaba mucho camino por vivir...
luz, luz, demasiada luz necesitamos. a veces está escondida entre las cuerdas de un piano.
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